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sábado, 9 de octubre de 2010

Arboles y paz en San Pedro


El Monumento de la Paz llegó desde el Libano

Múltiples veces hemos pasado por el frente de este monumento, pero no sabiamos la bella historia de su construcción. Un nuevo motivo de orgullo para la Parroquia San Pedro. Conozcamos la obra de Farid Mattar, un libanes que construyo un homenaje a la tolerancia religiosa que caracteriza a esta Tierra de Gracia.

Y como toda obra de amor, el Monumento a la Paz esta lleno de árboles. Por eso es de interés de Ärboles de San Pedro

Leamos la nota que publica Ultimas Noticias

Cuando se transita por Colinas de Bello Monte, propios y extraños muestran curiosidad por un castillo ubicado en las calles Cabriales con Luis Roche. "Ese es un castillo que construyó un millonario excéntrico", afirmó un transeúnte. "Lo hizo un conde para recordar su país de origen", fue el argumento improvisado de otro vecino. Ni lo uno ni lo otro. Este lugar es el resultado del esfuerzo de Farid Mattar, un libanés, que regaló al país "un monumento a la paz".
"Un día desvió camiones cargados de piedras y escombros de construcciones que se realizaban en Caracas. Él no tenía dinero para comprar piedras de canteras, pero con la ayuda de 3 o 4 obreros empezó a levantar los muros de lo que hoy es el monumento Planeta Libre", explicó Michelle Rodríguez, quien es coordinadora de la fundación que, actualmente, administra estos espacios.
Farid Mattar llegó al país en 1953. Rodríguez narró como él se sorprendió al ver que en Venezuela, un cristiano y un judío podían sentarse en una misma mesa, sin entrar en discusión. Por tanto, comenzó su afán en crear un espacio donde esa unión - o respeto- de credos y posiciones, quedará perfectamente plasmada.
"Aprendió a hermanar con otras religiones y creencias de otros pueblos. En la medida que los camiones se multiplicaban, se aceleraba su ímpetu por terminar el lugar", enfatizó Rodríguez en referencia al sueño de Farid Mattar. "Desconocía la técnica moderna de construcción. Los profesionales se asombraban al observar cómo elevaba estos muros de 5 a 13 metros de altura sin utilizar hierro ni cemento", confesó Mattar antes de morir.
En los primeros años de su construcción, hubo cuatro derrumbes parciales. Sin embargo, la perseverancia impulsó a estos hombres a devolver de nuevo estas piedras a su posición original que dan lugar a los 365 arcos, las columnas, las grutas y los cinco niveles que condensa el monumento.

Símbolos a granel. En la fachada, justo al centro, reposa una estrella de David unida a una media luna, ambas figuras simbolizan al islam y al judaísmo que convergen en este escenario. Siete águilas "custodian" el monumento. "Desde el Monte Líbano, siete águilas civilizadoras en vuelo aplauden con el batir de sus alas a las gestas libertadoras de Washington y Caracas libertadora", reza una de las placas erigida en esta colina que colinda con la montaña El Ávila.
En 1986, el Concejo Municipal de Caracas concedió el nombre "Monte Líbano" a la calle adyacente al monumento y colocó una placa para memorizar dicho homenaje.
No menos de 1.200 metros de jardineras adornan al muro. Además, 4 cipreses - árbol de zonas cálidas-, cuyos troncos son flexibles tanto como debería ser el acercamiento entre las religiones. Al menos, así lo creyó Farid Mattar
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OjoUrbano
abrahancarvajal@hotmail.com

Arboles de San Pedro

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