Arboles urbanos y paradojas. En el día de la tierra

Día de la tierra y Caracas. Paradojas entre talas y siembras

En Árboles somos poco amigos de escribir nuestras ideas, nos concentramos en hacer e informar, para que nuestros lectores (ya superamos las 6.500 visitas (en menos de 5 meses)se hagan sus propias conclusiones o mejor aún sus propias preguntas. Pero tan intensa actividad en abril nos motivo a escribir estas líneas, hoy el día de la tierra, esperando que sirva para generar dudas en nuestros lectores. Ya eso es bastante ambicioso.



Marzo y abril suelen ser meses muy noticiosos en cuanto a conmemoraciones y eventos de índole ambiental. El Plan Bicentenario y la siembra del Ávila. Entre estudios sobre la calidad del aire de Caracas y la caída de árboles ayer por el “palo de agua “. Y para las organizaciones sociales que hacemos vida en la parroquia San Pedro ha sido tan bien muy “movido”

Paradoja es la palabra que nos parece más adecuada para reflejar esta situación. Por un lado los árboles urbanos de Caracas siguen desapareciendo algunos talados ilegalmente (el más reciente caso en la UCV) o se caen por falta de poda, enfermedades y claro fuertes lluvias y vientos. Por otro lado como parte del Plan Bicentenario se están rescatando espacios públicos en Caracas pero se siembra árboles de manera inadecuada (acaba de pasar en Sabana Grande). Se anuncian múltiples iniciativas para reforestar El Ávila, las cuales aparentemente no están relacionadas entre sí. Hay innumerables eventos, foros, talleres pero que sepamos no hay un taller de coordinación para reforestar El Ávila y mucho menos una Reunión o Taller para definir que hacer con el arbolado de la ciudad de Caracas. Se está haciendo cosas pero pareciera que las buenas intenciones están pocas o nada coordinadas y mucho menos planificadas.

Las causas de esta paradoja son múltiples pero nos parece que un elemento importante es la relación información – conocimiento. Por un lado tenemos el nivel de información que tienen los caraqueños sobre la forma adecuada de reforestación tanto del Ávila como de Caracas. Y por el otro lado el nivel de conocimiento que tienen los técnicos de las Alcaldías, empresas e instituciones que quieren (no planifican solo quieren) ejecutar acciones de reforestación. Los hechos nos hacen temer que el nivel de información es bajo por que el nivel de conocimiento es igualmente bajo. Y viceversa. Y la información y conocimiento pertinente no aparece por ninguna parte. El MPPAmbiente en voz de Inparques poco o nada dice. Las Universidades poco o nada dicen. Y el resultado es que tal como dice el refrán “el camino al infierno esta techado de buenas intenciones” Tememos que todas estas buenas intenciones terminen en poco o nada. Se sembrará quizás pero no de la forma y con las especies adecuadas y con el tiempo el nivel de pérdida de estas siembra será muy alto y en el peor de los casos nos estaremos en el futuro próximo, quejándonos del Saman que sembraron en una acera o de los derrumbes en el Ávila por la siembra de especies inadecuadas o por la ausencia de plantas ya que las que se siembren improvisadamente pocas se salvaran.

A hora de sumarnos a planes de reforestación para Caracas o para El Ávila , los caraqueños tenemos que preguntar y no seguir ciegamente a personas o instituciones que basándose en nuestras buenas intenciones nos invitan a participar en acciones sin ninguna coordinación, información y sobre todo improvisadas. Que preguntas debemos hacer:

¿Qué especies son adecuadas y en que lugar?
¿Cuándo se puede sembrar cada especie?
¿Todas las especies se siembran al mismo tiempo?
¿Que distancia debe haber entre las plantas al sembrarlas?
¿Qué mantenimiento (fertilización, desmalezamiento, control de plagas) se va a realizar a las plantas sembradas?

Y las preguntas claves son:

¿Dónde esta el documento con el Plan de Reforestación de El Ávila? O El Plan de siembra en los espacios públicos de Caracas? ¿el proyecto de siembra de la plaza o parque tal cual? ¿Qué base técnica lo sustenta? ¿Qué mecanismos de participación comunitarias están considerados. Tenemos que exigir que se nos informe pertinentemente que reforestación se planifica hacer. Y de las respuestas que recibamos sabremos si es una actividad planificada o una improvisación sin futuro. La pelota está en nuestras manos.

Arboles de San Pedro