La última siembra de árboles en la urbanización se hizo en el año 95
Delia Meneses EL UNIVERSAL
06 de agosto 2009
En cada calle de Las Acacias se pueden observar hasta siete árboles talados.
Los vecinos de Las Acacias lamentan que las diversas especies de pájaros y guacamayas que visitan diariamente la urbanización tengan cada vez menos copas sobre las cuales posarse.
Si usted no es vecino de la zona y se dispone a caminar por sus calles internas el recorrido puede resultar dramático. A cada paso se topará con podas brutales o árboles que desaparecieron sin reposición.
Un observador más atento notará que al apamate que da sombra en la calle Valencia lo están secando poco a poco, con un combustible que ennegrece su raíz. Es un sobreviviente pues en esta calle ya fueron talados seis árboles.
"Algunos vecinos los podan por temor a que sus aceras se levanten o para que no ensucien sus fachadas. Si hubiese mantenimiento por parte de las autoridades competentes no habría necesidad de cortarlos", se lamenta Adriana Sansone, miembro del Consejo Comunal Provecinos de Las Acacias.
Desde la calle El Salvador la imagen se asemeja a un cementerio de árboles: una hilera de siete troncos mutilados. Y muchos de los que están en pie son víctimas de la tiña y el guatepajarito.
En la calle Gran Colombia, una acacia se está cayendo. "El árbol estaba tapando el poste de la luz y requería ser podado, pero la poda la hicieron mal", se queja Sansone.
La comunidad solicitó al anterior alcalde de Libertador, Freddy Bernal, una poda supervisada y con personal especializado, pero hasta la fecha no han obtenido respuesta. La iluminación y el asfaltado de las calles también son tareas pendientes en la urbanización.
Lérida Navas, del Comité de Ambiente del Consejo Comunal, recuerda que desde el año 95 no se ha sembrado ningún árbol en la urbanización. Y lo más grave: "no hay mantenimiento"
Si usted no es vecino de la zona y se dispone a caminar por sus calles internas el recorrido puede resultar dramático. A cada paso se topará con podas brutales o árboles que desaparecieron sin reposición.
Un observador más atento notará que al apamate que da sombra en la calle Valencia lo están secando poco a poco, con un combustible que ennegrece su raíz. Es un sobreviviente pues en esta calle ya fueron talados seis árboles.
"Algunos vecinos los podan por temor a que sus aceras se levanten o para que no ensucien sus fachadas. Si hubiese mantenimiento por parte de las autoridades competentes no habría necesidad de cortarlos", se lamenta Adriana Sansone, miembro del Consejo Comunal Provecinos de Las Acacias.
Desde la calle El Salvador la imagen se asemeja a un cementerio de árboles: una hilera de siete troncos mutilados. Y muchos de los que están en pie son víctimas de la tiña y el guatepajarito.
En la calle Gran Colombia, una acacia se está cayendo. "El árbol estaba tapando el poste de la luz y requería ser podado, pero la poda la hicieron mal", se queja Sansone.
La comunidad solicitó al anterior alcalde de Libertador, Freddy Bernal, una poda supervisada y con personal especializado, pero hasta la fecha no han obtenido respuesta. La iluminación y el asfaltado de las calles también son tareas pendientes en la urbanización.
Lérida Navas, del Comité de Ambiente del Consejo Comunal, recuerda que desde el año 95 no se ha sembrado ningún árbol en la urbanización. Y lo más grave: "no hay mantenimiento"
Para ver la nota de prensa publicada en El Universal hacer click AQUI
06 de agosto 2009
Grupo Ecológico San Pedro
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